Donostia es el lugar escogido por los organizadores de EMUsik, el Festival Músicos Jóvenes Europeos para su XII. edición. La ciudad fue transformada en un escenario vivo de música en la calle y cultura popular. Para dicho evento, se organizó un concurso amen de escoger un logotipo que fuese la identidad del festival. Basándome en la ecología, la diversidad cultural y musical, el trabajo cooperativo y en los conciertos callejeros, creé este ‘Árbol de la Música’, colorido, festivo, y muy versátil. El logotipo se usó en diferentes soportes como publicidad exterior y programas.